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Sobre Carmen Abalos

Sus inicios

Decidió así, tomar la pluma a los 12 años. Entonces, en plena crisis de 1931, murió su padre, tras nueve meses de lucha con la tuberculosis: la familia tuvo que venderlo todo. No le importó perder sus posesiones materiales, pero sí Jack, el collie embalsamado con el que jugaban ella y sus hermanos. 

                                                                               

A pesar de las súplicas, el perro salió a remate. Escapados de la casa de la abuela, los entonces niños entraron a la puja/subasta con todos sus ahorros: alguien dijo 20 centavos, ellos ofrecieron 30. Y así fueron subiendo y subiendo, hasta el máximo de su capital, 70 centavos. Jack salió en un peso.

Carmen se emociona... Con los ojos tan húmedos como jura que vio brillando entonces los de Jack, su voz trémula se apaga: “No te puedes imaginar lo que significa para un niño perder a su mejor amigo por treinta centavos”.

“Tiene que haber algo que no se lleve el dinero”. Ese algo para ella fue la literatura.

“Yo voy a ser escritora como mi tío Benjamín Vicuña Mackenna” (hermano, en realidad, de su bisabuela), se prometió enseguida, y escribió esa misma tarde su primer poema -en francés-, dedicado a su madre y desde ahí nunca paró hasta su muerte en noviembre de 2002.

Sus inicios: Acerca de
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